En el mundo digital de hoy, nuestras vidas están estrechamente entrelazadas con nuestros smartphones. Desde el manejo de finanzas personales hasta mantenerse en contacto con nuestros seres queridos, nuestros dispositivos móviles hacen más que solo realizar llamadas. Por eso, cuando se nos sustrae nuestro dispositivo, es como si una parte de nosotros se hubiera perdido. Pero, no hay que desesperar, porque hay cosas que puedes hacer si tu móvil Android ha sido robado y apagado. Aquí te explicamos cómo proceder en dicha situación.
Además de los pasos a seguir después del robo, en este artículo también te proporcionamos varios trucos y consejos sobre cómo mantener tu dispositivo a salvo y evitar futuros percances.
Índice
Primeras acciones inmediatas después del robo
Los primeros momentos después de darte cuenta de que tu teléfono ha sido robado son críticos. Aquí hay una lista de lo que debes hacer de inmediato:
- Intenta llamar o enviar un mensaje a tu teléfono. Si tienes suerte, tu teléfono puede que solo lo hayas perdido pero no robado.
- Usa la función ‘Find My Device’ de Android en otro dispositivo para intentar localizar tu teléfono. Si está apagado, tu dispositivo no aparecerá.
- Informa a tu operador de telefonía móvil. Pueden bloquear tu teléfono para evitar que se utilice y puede ayudar a localizarlo.
- Informa a la policía. Aunque no puedan devolverte tu teléfono, tener un informe policial puede ser útil para fines de seguro.
Ferramienta ‘Find My Device’
La herramienta ‘Find My Device’ de Android es crucial para localizar y proteger tu dispositivo después de que ha sido robado. Esta funcionalidad, disponible para todos los dispositivos Android permite la localización de tu móvil, incluso si está apagado.
El primer paso que debes seguir es acceder a ‘Find My Device’ desde otro smartphone o desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. Una vez allí, si tu teléfono está encendido y connectedo a la red podrás ver la última ubicación conocida. Sin embargo, si tu teléfono está apagado, la última ubicación que se muestra será el último lugar en el que estuvo activo y conectado.
Cambiar todas las contraseñas de tus cuentas
Es altamente recomendable cambiar todas las contraseñas almacenadas en tu teléfono robado. Esto incluye cuentas de correo electrónico, aplicaciones de redes sociales, cuentas bancarias y cualquier otra aplicación que contenga información personal y confidencial.
¿Por qué es importante hacer esto? Los delincuentes podrían ser capaces de hackear tu teléfono y obtener acceso a esta información. Al cambiar tus contraseñas, te proteges de esta contingencia.
Reportar el robo a la policía y realizar un seguimiento del caso
El siguiente paso una vez que te das cuenta de que tu teléfono ha sido robado debería ser reportarlo a la policía. Incluso si las posibilidades de recuperar tu dispositivo son bajas, un informe policial puede ser útil para fines de seguros.
Además, realizar un seguimiento del caso puede ser útil. Aunque la policía puede que no sea capaz de recuperar tu teléfono específicamente, si se recupera un grupo de teléfonos robados y el tuyo está entre ellos, tener un informe policial puede ayudarte a recuperarlo.
Medidas preventivas y configuraciones de seguridad para el futuro
A veces, prevenir es mejor que curar. Aquí hay varias medidas y configuraciones de seguridad que te recomendamos para prevenir futuros robos:
- Instalar una aplicación de rastreo de dispositivos: Existen varias aplicaciones de terceros además de ‘Find My Device’ que pueden ser útiles en caso de robo.
- Activar la autenticación en dos pasos en todas tus cuentas: Esta medida agrega una capa adicional de seguridad a tus cuentas almacenadas en tu teléfono.
- Evitar guardar contraseñas en tu teléfono: En la medida de lo posible, trata de no almacenar contraseñas en tu teléfono.
La pérdida o robo de tu dispositivo móvil puede ser una experiencia estresante y frustrante. Pero con las herramientas y la información correctas, puedes tomar a tiempo las medidas adecuadas para proteger tu información y seguir los pasos pertinentes para recuperarlo o, al menos, para mitigar el impacto de la pérdida.